Barbados- Luxemburgo-Viena

Las vacaciones de ese año, habiendo cumplido yo 26, me tocaban en Marzo por el reparto que habíamos hecho para sortear Julio y agosto y decidí pasar un mes y medio en Europa
Me orientó una amiga mía italiana de Venecia para que tomara el avión Caracas Trinidad-Barbados-Luxemburgo de ida y vuelta pues el pasaje costaba un 60% menos que un vuelo normal y podía yo pasando una noche en la bella isla caribeña y otra en el ducado europeo hacer un ahorro considerable. Para los trenes puedes coger Eural Pass que te permite viajar en a donde quieras durante un mes por una cantidad pequeña de dinero.
Reserve y me fui a mi primer destino donde abordaría el avión de regular tamaño de Caribbean Airlines
,,,,,.Roman Beach era la casa antigua con muchos jardines de flores de una señora anciana Inglesa junto a la playa con unos 20 apartamentitos de una sola habitación anexos construidos con cocina y baño.
La playa de cocoteros enorme y al amanecer policromado en rojos y amarillos, los negros hercúleos levantaban la red del pescado en fila. La tarde tenía fogatas con decenas de chicas y chicas rubios del norte europeo llegados a America Latina de Londres o Luxemburgo conversando y la noche grupitos de calipso y licores de fruta o guarapita con jugos.
Al llegar a Europa, de ese Barbados de cursos de Ingles, negritas finas lindas atendiendo en el supermercado y fiestas con bailes de cadera, la majestad de una ciudad con castillos de hadas, tiempo otoñal y bares como los que había visto en las películas de Francia me impresionaron mucho
¡¡Que país tan pequeñito ¡ lo recorrí en un día y Luxemburgo, capital Luxemburgo me parecía lo mas bonito que había visto en mi vida.
La Europa afgha de los colores de otoño,pero en Abril.
En el tren a Viena me decía una chica gordita muy rubia que prefería el sexo a la comida, pero que como estaba sola, pues su novio de toda la adolescencia se había ido a estudiar a París, le había dado por la buena alimentación y me obsequió una torta Saher de masa de almendras y chocolate y un cuartito de leche suiza riquísimo casi igualado por nuestra KLIM
Viena era espectacular con sus palacios, casas tipo alemán de techos de teja inclinados, jardines y cafés, y mi hermana que vivía en un apartamento contiguo a la embajada norteamericana, cuyos niños cuidaba cuando sus padres salían mientras estudiaba idiomas me la enseñó completa
El vals del Danubio azul, los palacios de Shoenbrun y Belvedere, los jardines del emperador, el ring de unos 100 palacetes y los cafés antiguos con el periódico para leer,
mesas negras y pinturas en las paredes tradicionales, y muchísimos museos.
Viena era para estar 6 meses curioseándola, solo la casa de Freud y Mozart ya ameritaban un año de lecturas y observaciones.
Las flores de la calle las recogían trabajadores yugoeslavos y la grama la envolvían como un brazo de gitano para guardarla en los invernaderos hasta que hubiese buen tiempo cuando iba a helar.
Las calles del barrio residencial donde vivía mi hermana tenían en el suelo melocotones con los cuales las señoras hacían conservas y mermelada
Aunque íbamos todos los días al café con amigos españoles y austríacos de la escuela de idiomas, y las conversaciones versaban sobre aspectos culturales y anécdotas, también investigué sobre la política y vi que era una régimen político socialdemócrata donde había total libertad de empresa, pero se pagaban muchos impuestos muy altos
.Educación gratuita, salud, pensiones de vejez, la ciudad la repintaban una vez al año pues mas del 60% de los ingresos de Austria provenían del turismo; en definitiva una enorme protección social y unos vieneses muy cultos con ocho años de Griego y Latín en el bachillerato, Ingles, además de su idioma el alemán y música clásica desde chiquitos y se preparaban tomando clases para el baile anual de la Opera.
Viena tenia además de ser la ciudad imperial inigualable para mí, la característica importante de tener frontera con Checoslovaquia y Hungría, en aquel entonces países comunistas del Pacto de Varsovia, la orbita soviética y detrás del telón de acero
.Ciudad de espías, encuentro de dos mundos y callecitas preciosas oscuras con escaleritas. Se escuchaban historias al respecto y el misterio acompañaba sus tranvías y población sexagenaria abundante que había sido en gran parte nazi
En los alrededores de la ciudad, unos días al año en las tabernas sirven vino cosechado por ellos mismos, cochino y ensaladas de pepinos con albahaca en buffets. Los austriacos son cerveceros y esquiadores desde pequeños y gustan de reírse de chiste de su vida cotidiana.
Viena es la capital del antiguo imperio austriaco, un modelo socialista peculiar que traspasó a los profesionales universitarios el trato que tenía la antigua nobleza, la puerta del mundo socialista del Este, el reducto del nazismo alemán, la capital musical europea y a la vez una tierra de gente joven que impulsa hacia un nuevo mundo desarrollado.